La estancia en el Hostal “La Cañada” ha sido inmejorable gracias al trato exquisito y la hospitalidad recibida. Desde primera hora del sábado, tanto los pequeños como los mayores disfrutaron de la naturaleza y la cultura local con la visita guiada a la Cueva de Montesinos y la Quebrada del Toro, auténticas joyas del entorno. La curiosidad y el disfrute fueron máximos, y la jornada continuó con actividades diversificadas: mientras los adultos recorrían a pie las lagunas, el grupo infantil participaba en actividades al aire libre, aprendiendo y divirtiéndose en contacto con la naturaleza.

La noche tuvo un especial encanto con la divertidísima adaptación del Gran Prix, a cargo de nuestra coordinadora Icíar y nuestra compañera Mercedes Fernández-Conde. La participación fue total y la risa, contagiosa. No faltó la sana competición y la colaboración entre familias que caracteriza nuestra asociación.
El domingo por la mañana celebramos un “asofacafé” presencial, momento especial para compartir inquietudes, reflexionar juntos y reforzar el compromiso por el acogimiento familiar, mientras los niños seguían explorando y disfrutando actividades al aire libre.

En definitiva, una nueva experiencia valiosa que demuestra que la convivencia, el apoyo mutuo y la alegría compartida son los pilares que definen a ASOFACAM y enriquecen nuestro camino. Cada encuentro suma fuerza y esperanza en el impulso al acogimiento familiar en Castilla-La Mancha.
Durante el fin de semana de convivencia, las familias de ASOFACAM han vuelto a demostrar que el acogimiento familiar es mucho más que acompañar: es crear comunidad, compartir experiencias y fortalecer los vínculos entre adultos, niñas y niños. Ruidera ha sido el escenario elegido para esta nueva convivencia, en la que cada momento ha sumado para crecer juntos.

